¿Sabías que los primeros dispositivos de audición fueron desarrollados en el siglo XIII? ¡Es cierto! Hace cientos de años, las personas con pérdida auditiva usaban los cuernos huecos de los animales, vacas y carneros sobre todo, para recoger y canalizar el sonido a sus conductos auditivos.
En el siglo XVIII, se inventó y comercializó la trompeta para el oído (sí, es exactamente como te imaginas). Por suerte, hemos avanzado mucho desde el uso de dispositivos de metal con forma de trompeta para mejorar nuestra audición.
Actualmente, los audífonos son pequeños y discretos, y aun así contienen tecnologías sofisticadas. Esta tecnología ayuda a las personas a vivir su vida al máximo, siendo esta nuestra misión fundamental en Oticon.
Si los llevas, es posible que se empiece a preguntar cómo los audífonos modernos y digitales no solo mejoran el sonido, sino también tu vida. En pocas palabras: ¿Cómo funcionan?
Echemos un vistazo al interior de un audífono
Todos los audífonos tienen cinco componentes básicos: micrófonos, un amplificador, un auricular, una batería y un chip informático.
Los micrófonos recogen los sonidos que le rodean. Estos sonidos son analizados por el chip informático que procesa los sonidos y los envía al amplificador.
El amplificador aumenta el volumen y envía estos sonidos al auricular, lo que a su vez transmiten los sonidos al oído interno. Esto sucede mediante el tubo en el molde auditivo en el conducto auditivo o a través de un cable fino al auricular en el oído.
Cuando eventualmente los sonidos llegan a tu oído interno, tu oído convierte las ondas sonoras en impulsos eléctricos. Esos impulsos se envían al cerebro, que los procesa. Así es cómo los audífonos ayudan al cerebro a interpretar los sonidos.
Audífonos que se adaptan a tus necesidades
Los audífonos digitales actuales analizan los sonidos entrantes de forma inteligente, y filtran y aumentan de forma selectiva los sonidos relevantes. Esto se basa en la programación de los audífonos; los diferentes tipos de pérdida auditiva requieren una programación diferente. Tu audioprotesista programará los audífonos de forma correcta para ti, según tu tipo de pérdida auditiva.
Por ejemplo, para algunas personas es difícil escuchar los sonidos de tonos bajos y para otras es difícil escuchar los de tonos altos. Los audífonos, por lo tanto, amplifican cuidadosamente ciertos sonidos de forma que mejoran el habla de una persona en vez de, por ejemplo, el ruido de un taladro en segundo plano. Los audífonos también pueden adaptarse sutilmente a los diferentes entornos; después de todo, mantener una conversación alrededor de la mesa y visitar una sala de conciertos son dos experiencias muy diferentes. Pero los audífonos adecuados te ayudarán a sacar el máximo partido de ambas situaciones.
Basados en el cuidado
Aunque los audífonos han evolucionado de instrumentos básicos a una tecnología complicada, nuestra Estrella del Norte en Oticon sigue siendo la misma que cuando se fundó nuestra empresa hace más de 100 años: ayudar a que las personas con pérdida auditiva saquen el máximo partido a todas las situaciones y experiencias de su vida.
Oticon fue fundado basado en el cuidado, y sigue siendo un privilegio para nosotros jugar un papel importante en hacer que las vidas sean mejores. Quizá podamos ayudarte a ti o a un ser querido tuyo.