Muchos padres creen que, con unos audífonos, sus hijos recuperarán la audición. Desgraciadamente no es así. Lo que sí pueden hacer es mejorar su calidad de vida y, además, son fundamentales para el aprendizaje. Gracias a la tecnología actual, los bebés pueden llevar audífonos a las pocas semanas o meses de nacer.
Aprendemos durante toda la vida. Cuando nacemos, aprendemos observando e imitando a nuestros padres, familiares y amigos. Después, cuando vamos al colegio, empezamos a trabajar y llevamos una vida activa, seguimos aprendiendo. Los niños con una pérdida auditiva pueden tener una vida igual de plena y productiva que los demás niños. Simplemente necesitan ayuda extra para aprender.
El primer paso para el uso de audífonos
Para desarrollar un lenguaje verbal rico y pleno, los niños tienen que poder captar todos los sonidos del habla de su entorno. Es indispensable que puedan oír el máximo posible durante las horas que estén despiertos. Del mismo modo que tú necesitas luz para poder moverte con seguridad y entender y disfrutar plenamente de todas las actividades que te rodean, tu hijo necesita su audífono para aprovechar al máximo su entorno para el desarrollo del lenguaje.
Ayuda al desarrollo de estructuras cerebrales esenciales
Incluso los niños con un audición mínima se pueden beneficiar de los audífonos, ya que la amplificación del sonido produce cierta estimulación y crecimiento de los centros auditivos del cerebro. Estas estructuras cerebrales se desarrollan mejor y establecen más interconexiones cuando los niños son muy pequeños. Esto es fundamental para el vocabulario del niño. Muchas veces, el vocabulario se cuadriplica entre el primer y el segundo cumpleaños. Por eso es importante utilizar los audífonos lo antes posible.